Buscar este blog

Un pasillo sin fin

Aunque os parezca mentira, esto no es un cuarto de espejos, no, es el corredor que separa los patios del Alcázar de Sevilla. A las dos de la tarde, pasear por este pasillo, con el fresquito que hacía... más bien parecía un espejismo llegar a su final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario