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La muralla



La muralla que hoy vemos en nuestra ciudad tan sólo es una reminiscencia del pasado, de la cual, afortunadamente, conservamos al menos una parte. La muralla que nos queda, y sus torreones, fueron construidos entre el 68 y el 65 a.C., en tiempos de Julio César; esta nueva muralla reemplazaba la empalizada de troncos y barro existente desde época cartaginesa.

Como buena muralla de ciudad en crecimiento, como era la nuestra, fue remodelada en contadas ocasiones; durante el imperio de Augusto fueron ampliadas y ensanchadas, los árabes añadieron más a la defensa de la ciudad ensanchándola, y fortalecieron ese ensanche amurallándolo bajo el dominio del sultán Alí Ibn Yusuf, quien amplió el espacio protegido por la cerca en casi dos veces su antigua superficie. Más tarde los Almorávides, y así unos tras otros, hasta el 1023 d.C., año en el que las modificaciones cesaron, convirtiéndose Sevilla en la ciudad mejor amurallada de toda Europa.

La defensa amurallada tenía una dimensión de siete kilómetros con 166 torreones, 13 puertas y 6 postigos, los cuales, construidos a base de tapial de argamasa, cal, arena y guijarros, algunos ladrillos en las bóvedas, carecían de decoración a diferencia de las que se ven en el Magreb.

Durante el siglo XV, durante el imperio de Carlos I, se modificaron las ubicaciones de dichas puertas y postigos, haciéndolas coincidir con las calles más importantes de la ciudad. Hacia 1868, a raíz de la revolución sucedida en esta fecha, se derribaron quedando en pie los tramos que hasta hoy conservamos, aparte de los grandes tramos de la Macarena, que vemos en la imagen, El Valle y el Alcázar, subsisten otros fragmentos menores aislados por toda la ciudad. Se han conservado incrustados en construcciones posteriores, y de algunos no se ha sabido nada hasta que se han restaurado o derribado las edificaciones que los ocultaban.

En la actualidad el conjunto de las "Murallas Urbanas de Sevilla" están catalogadas como Bien de interés cultural, en su categoría de monumento.


1 comentario:

  1. Me encanta,es una parte de la historia de nuestra ciudad que todo sevillan@ debe conocer. Y como tu me has mencionado en una conversación que tuvimos, que esta muralla contribuia a las inundaciones,pero con las reformas oportunas se podria haber salvado. Un beso muy grande a todos los sevillan@s, que me han acogido tan bién.
    Yoly

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